miércoles, 16 de diciembre de 2009

Más allá del tacto.

En las secuencias mentales humanas. Más allá de la carne y de la sangre.
Un apagón lo puede todo, pero nunca lo has vivido. Entonces, ¿Cómo puede un apagón apagarlo todo? si nunca lo has experimentado y aquél que lo haya experimentado tampoco lo ha experimentado, o, si es que sí lo ha vivido (a la muerte), pues, luego no ha vivido para contartelo. Aunque muchos digan lo contrario... se dice que necesitamos creer, pues está bien. Eso allá y esto acá. Además de que no es que necesitamos creer, pero estamos descubriendonos...
Pero ese no es el tema, en realidad no hay ningun tema ni tiene que haberlo. Pues, entonces ¿qué estamos haciendo? ¿hippeandola? no lo creo!, es decir, va a ser como tus ojos lo vean, pero ¿porqué es que tus ojos ven eso? claro, es lo que está ahi al frente tuyo, pero a eso se le da un concepto y eso depende de todo, de los nodos, esos que conectan todo.
Bah, ese no es el punto de este escrito, ni hay un punto. No estamos leyendo este escrito para saber de qué se trata, sino que muy al contrario, para saber de qué NO se trata.
Bueno, en primer lugar yo creo que hay muchas cosas que este escrito no trata, ¿verdad? pues la vida en el mundo es muy amplia para ponerla toda en este post, con un sólo ser humano no alcanza ni el principio del conteo, por así decirlo. Hay muchas cosas, infinidades de momentos y sentimientos que uno no llega a vivir...
Pero eso no importa, lo que importa es la decadencia que hay que cambiar, no por medio de la ambición material, si por la espiritual, por aquello que va más allá de lo que los ojos ven.
Tenemos un jefe que se nos ríe haciendonos daño, y eso no se ve, pero se siente. Eso hay que cambiar. Somos esclavos y eso es lo que nos atormenta y hay que dejar de lado de manera inteligente y sabia, con paciencia y comprensión, con paz y amor.
En fin, olvidemos todo lo anterior, ya que no es ese el motivo de este escrito, aunque no hay motivo alguno. El hecho de que te encuentres leyendo estas palabras es por alguna razón que no la has pensado, no sabes cómo has llegado hasta aquí. Pero claro, en realidad de la pura realidad materialista, sí sabes cómo has llegado hasta aquí, pero bueno, el caso es el siguiente: No somos concientes de nuestros actos. Y tranquilamente podrías contradecirme. Pero ¿Estás conforme al 100 %? ¿Con respecto a qué...? bueno, con tu vida, con tu pasado, presente y futuro. Y claro, totalmente uno puede decir que sí, o no, pero nadie, o sólo muy pocos, no lo sé, pueden descubrir el paraíso. Ese paraíso no es el que conocemos, ya que no existe, pero vamos a caer, para levantar frente en el mismo. El paraíso está en cada uno. No está allá en aquel lugar que se puede ver gracias a la bendita vista humana. Por eso somos esclavos, muy facilmente nos enseñaron a ponernos mal cuando las cosas no salen o están como uno quiere o quería, como si fueramos malcriados por el poder, nuestro jefe.
Pero bueno, no es eso de lo que trata este escrito ya que no trata sobre nada, por lo tanto no hay nada que decir, diría usted, y yo. Y la verdad es que no. Pero, ¿porqué todo esto? así son los blogs. Una herramienta única para compartir más allá del tacto, acercándonos más a lo profundo de los seres habitantes de la madre tierra, usuarios de lo que ellos mismos hacen con el transcurso del tiempo, tiempo inventado por el mismo ser viviente, alguna vez. Compartir ideas, pensamientos, y momentos... una nueva era, que nunca se ha podido en la historia de la humanidad como hoy día se puede, nos acerca de manera asombrosa a tantos otros seres hermanos.

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