viernes, 29 de junio de 2007

Acá estamos-

Reviento las fucking estrellas nocturnas que invaden las costaneras cerebrales de los estupidos neo conformistas indelebles. En esas horas fugaces que caen tajeando la piel del más debil atemorizado por el motorizado nivel rojo del mundo invisible.
Que estúpido, que estúpido que soy yo. No me di cuenta que del otro lado también existían los grandes muros trillados por boleadoras campestres que miran sin bajar el ojo sangriento por la furia que acorralea la naturaleza verde de las dimensiones dadas vueltas. JA! la espalda es tan grasienta como perturbadora y molesta para el cien-pies.
Camino por un camino que admiro al filo de las sensaciones perturbadas por la soledad fiel de las vegetaciones mentales que brotan de los hermanos de raza. JA! amor es el que mira con desprecio a los que no saben que decir frente a edificios de metal que juegan al teléfono descompuesto via linea humana. ¿Quienes sabrán de aquello que incendia los tonos metalúrgicos de las desesperaciones extravagantes humildes?. Los culpables por supuesto que no.
Aquellos sonidos tan frágiles merecen una recompensa por haber creado a la tan insoslayable brutalidad femenina que llama al gusano escondido entre altos umbrales de torturas malignas que generan violencia en este lugar.
Si no hubiese sido por mí, mi cuerpo no estaría en este lugar. Si hubiese sido por mí, yo estaría en un comodo tractor cosiendo las bocas del tiempo que lloran sin parar largando llovisnas de silencio impotente que pelean por salir a luchar contra el pasado felíz.
Arto del cansancio que taladra las almas decido seguir soñando bajo mi muerte.

Firmo de una manera para presentar mi ausencia en el mundo argentino, tan lastimado por los mismo hijos de puta que se roban la belleza del país. Simplemente, y nada más que simplemente firmo diciendo que soy un soldado que luchó por las tierras flotantes de la República Argentina, y lo digo de esa manera ya que es como prefieren escuchar aquellos monstruos ignorantes con basura de mierda en la cabeza. Pues es así como fui educado, fui manipulado. Con apenas 20 años deje mi silencio, mi alpargata y mi cepillo de diente en algún campo de las Islas. Siempre cuando voy, me envuelvo en un silencio que aturde. Veo aquella loma donde me mantuve escondido con todo el temor de los ingleses, de los edificios metálicos. Hasta alcanzo a sentir la punta de una escopeta tocándome la espalda para que me de vuelta y me volara los sesos en mil pedasos. Antes de él me había matado otra persona, un mismo argentino tremendo hijo de puta.
Nunca quise ser militar, quise ir a las plazas a ver el sol y los arboles danzar.

Y yo, yo que nunca fuí a ese guerra en defensa de nuestras tierras, me hubiese gustado morir en un cajón de madera y ser enterrado bajo tierra. Pero simplemente soy un silencio que aturde en las mentes de mis familiares. Ando atado en el fondo de las aguas por tan solo tener el pelo largo y un arito en la oreja izquierda. Quien me haya hecho esto le deseo un buen descanso en paz, enfermo mental.

Enfermos mentales, que tienen mierda en la cabeza. Mal paridos tremendos hijos de puta vayanse todos a la re concha de su madre. Jueguen sus trucos de cartas en la loma del orto. Hagan una fila y que el de atrás le meta el dedo en el culo al de adelante y coganse entre ustedes. No molesten a los inocentes que nacieron para vivir y coger en armonía.

Firma: LoS SiLencIOs

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