Ser ecológicos está de moda. Y si no que se lo pregunten a Andrew Charalambous, más conocido como Doctor Tierra, el propietario de una nueva discoteca londinense llamada Club4Climate en la que bailar no sólo entretiene: también genera energía. El secreto está en su "pista de baile piezoeléctrica", que utiliza cristales de cuarzo y cerámica para transformar cada salto o golpe de zapato en electricidad. Esto recarga una serie de baterías conectadas al suelo, que en conjunto proporcionan al menos el 60 por ciento de la energía necesaria para llenar el local de luz y sonido. El resto se obtiene a través de paneles solares.
Además, Club4Climate se puede considerar una discoteca "sostenible" porque el agua que utilizan los baños procede directamente de la luvia. Y si un cliente demuestra que ha llegado hasta la puerta de la discoteca andando o en bicicleta, la entrada es gratuita.
El objetivo de esta iniciativa, dice Charalambous, es modificar el comportamiento de los jóvenes a gran escala. De hecho, para entrar se pide a los clientes firmar un manifiesto de diez puntos que implican "una existencia más verde".
Si todo transcurre según lo previsto, pronto se abrirán nuevos Club4Climate en Nueva York y Río de Janeiro.
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