¿Cómo llegué a este impactante lugar? Me encuentro en un mundo totalmente distinto de aquel que he estado pisando toda mi vida. Allí donde la gente se autodestruye para beneficio propio, donde a nadie le importa lo que le rodea y sólo andan caminando por las calles de la ciudad por el solo hecho de que fueron traídos al mundo para seguir enfermándolo de falsedad e injusticia por no pensar como se debería. Y hoy en día todavía no sé cómo llegué a este increíble planeta donde la temperatura es ideal para el cuerpo humano, donde el cielo vive despejado y con unos paisajes extremadamente impresionantes y difíciles de creer, como aquellos paisajes que uno vive al ver una película. Un lugar donde no se escucha ni se olfatea el arte inmundo de la humanidad. Sólo se oye música y cantos naturales: aves, animales, viento, hojas, ríos, etc. No hay nada más que pedir, no me puedo quejar del lugar en que aparecí. No se por qué desperté en este increíble lugar, solo quiero saber donde estoy, es decir, quiero saber ciertas cosas porque no soy amigo de aquellos sentimientos dislocados, como cuando te sentís perdido, desorientado. Aunque la verdad es que no tendría que sentirme así, me pongo a pensar y me doy cuenta de que estoy en un lugar perfecto, justo como siempre he soñado, sin ruidos, sin gente molesta, sin obligaciones ni problemas, donde el aire es puro y fresco.
Después de unos minutos de tanto pensar, decido pararme y dar mi primer paso con la pierna izquierda, mi primer paso en mi mundo nuevo, no recuerdo el mañana, tampoco el pasado. Camino agasajando la naturaleza que me abraza por todos lados, sigo sintiendo aroma limpio y natural. Decidí empezar con la pierna izquierda para revelarme de la estupidez del mundo anterior, aunque no lo recuerde, ya que es mejor no forzar mi mente para volver a vivir el pasado en mis pensamientos. Por el momento se que soy el único habitante en esta obra elaborada por Dios, el que en este momento me está observando con una luz muy fuerte que ilumina todo. Me detengo a mirar una mariposa y cuando la quiero tocar sale volando realizando un movimiento rítmico con sus alas, no le doy importancia y sigo mi rumbo, pero creo que no le gustó que yo me haya acercado. Luego de haber inspeccionado mi nuevo hábitat, que no se hasta cuando voy seguir estando acá, ¿será hasta que me despierte en el redondo basurero artesanal? ¿De donde supuestamente he vivido toda mi vida? La verdad es que no lo se y no lo deseo, me siento muy bien acá, y no porque este solo o por que no me guste aquella vida del pasado, sino por que veo que acá existe la perfección, allá esta todo desmoronándose, pero siento que me he chocado con la verdad del planeta, nadie molesta a nadie, es una verdadera realidad. Aunque por otro lado siento que debo irme, tengo la sensación de ser un peso muy grande en este lugar relajante, siento que soy un cesto de basura revoleando papeles e inmundicia por todos lados, que soy un virus en el nuevo mundo, como aquellos del mundo de la informática que rompen las computadoras. Además, me pongo a pensar y siento que debo hacer mi propia casa, mi propia comida, todo para poder sobrevivir, algo que no quiero efectuar por que sé como sería en un futuro distante. La verdad que ahora me siento incomodo, no encuentro escapatoria, no tengo las garras para suicidarme y no puedo dormirme, ya que recién me levanto; siento que la vida de acá me mira mal. Esto me entristece demasiado y hasta me da vergüenza de ser la especie que soy, entonces me pongo a pensar: “No lo entienden, yo sólo quiero pasarla bien, ser amigable y si me permiten quisiera compartir esta tierra con ustedes. Yo se que ustedes han pasado por muy malos momentos pero que les puedo decir, yo se que mi raza ha matado a muchos familiares de ustedes y les hemos quitado sus casas, contaminando, rompiendo, etc. No se que decirles, no se que hacer, quisiera volver tal vez. No quiero volver a hacer lo que el ser humano le hizo a esta belleza de planeta”.
Luego, a lo lejos se ve a un mono saltando de un árbol a otro y gritando: “¡Hola! ¡Hola! Me llamo mono y como ves soy un mono!”. Yo me quede esperándolo sorprendidadamente al ver que un mono podía hablar como un ser humano, ahí me di cuenta de que esto tendría que ser un sueño. Entonces el mono me comenzó a hablar: “Hola, como ves soy un mono, y me llamo Mono, soy un mensaje mandado por Sol, me dijo que viniera a decirte que él ha reiniciado la vida del ser humano y que te salvo nada más que a ti. Tienes suerte. Ahora, me dijo que tú deberías volver a crear un nuevo mundo, sin las cosas malas del viejo mundo, que trataras de seguir el ejemplo de las hormigas. Como sabrás, ellas no se matan entre sí, son muy unidas y todas juntas hacen un buen trabajo, son muy organizadas, no son asesinas, solo se defienden, no matan por diversión ni por plata, respetan las cosas de otro, son las más fuertes del mundo, pueden levantar cosas mucho más pesadas que su cuerpo. Obvio que sí se pelean, como todas las especies que existieron en esta tierra, pero en sus peleas no se matan, y cuando una se cansa la pelea se detiene, son muy justas y no se toman feriados y no existe la falsedad en su mundo.” Al decirme esto yo no podía creer que había viajado al pasado, al antes de la especie humana. “Me despido diciéndote que tengas mucho cuidado con el nuevo mundo que vas hacer, piensa antes de actuar, eres un animal más como los demás pero con una gran ventaja, que tienes un cerebro más avanzado, pero ojo que se puede enfermar. Se me acabó el tiempo, hasta nunca”. No supe que hacer, me quede con los ojos y la boca abierta, no lo podía creer, era algo tan irreal, tan gracioso, tan raro. No perdí más tiempo y me fui a meditar reflexivamente mirando unas cataratas de 50 metros aproximadamente.
Minutos han pasado, segundos y horas, hasta que de todo lo ocurrido había decidido quitarme la vida y así a la de la raza humana, fue la solución más inteligente de todas las que se me habían ocurrido. La verdad es que era una gran lastima tener que hacer semejante acto, detesto la muerte y la maldad, pero no hay una solución a la especie humana. Tal vez Sol no sabe que yo pertenezco a la modernidad, y mis necesidades son enfermedades para este planeta. No se vivir de otra manera que teniendo una casa de cemento, un auto, y un mundo con fábricas, shoppings, edificios, bombas, humo, lanchas, barcos, fuego, etc. Desgraciadamente el ser humano es así, y no quiero volver a que ocurra algo semejante, aunque yo creo que podría vivir solucionando todo ese tipo de cosas malas, pero creo que con el paso del tiempo otras mentes humanas van a hacer lo mismo que antes y no lo deseo como Sol tampoco. Además, me pongo a pensar y pienso que ahora están estas especies, los monos, de ahí salió el ser humano, ¿y del ser humano que va a salir? No quiero imaginarme eso, creo que cada vez la mente humana se va enfermando más y metiéndose en plena estupideces, veo que en mi mundo donde vivía, la gente no sabía que hacer e inventaban de todo, creo que eran un 80% de cosas no importantes, no se fijaban en nada, se fijan para arriba y no para abajo; aclaro que hablo mayoritariamente. En muchos países se nota claramente el egoísmo, los poderes se beneficiaban entre sí y no se fijaban en los pobres. Veo a mis alrededores y veo que es un mundo ideal para que siga así y no le pongan peso encima y que nadie este escapando de nada, solo de la muerte. No se puede hacer un mundo de “Guevaras”, no somos todos iguales, nadie piensa. Así es, creo que es la mejor manera, Sol me va a tener que disculpar, pero yo me voy a dar un baño en aquellas cataratas escuchando el sonido de las guitarras que crecen de los árboles como si fuesen sus frutos.
sábado, 8 de septiembre de 2007
Un lugar perfecto
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