¿Qué tenían en común Albert Einstein, Isaac Newton, Mozart, Beethoven, Inmanuel Kant y Hans Christian Andersen? Según Michael Fitzgerald, psiquiatra irlandés del Trinity Collage de Dublín, todos estos grandes genios de la historia sufrieron alguna forma de autismo a lo largo de su vida.
Para llegar a esta conclusión el investigador ha comparado las características de 1.600 pacientes diagnosticados de autismo por él mismo con las biografías de muchos personajes famosos. Y ha encontrado indicios curiosos, como que Isaac Newton podía permanecer tres días ininterrumpidos trabajando sin acordarse de comer, o que Einstein trabajaba en una oficina de patentes porque era “demasiado revoltoso para obtener un empleo universitario”.
Los genes del autismo o del síndrome de Asperger, explicó Fitzgerald en una reciente conferencia en la Academia de Psiquiatría del Reino Unido, producen personas creativas, con alta capacidad de concentración, “que no encajan en el sistema educativo y que frecuentemente tienen relaciones sociales pobres y escaso contacto visual”. Además suelen ser un poco paranoicas y con un fuerte sentido de la ética y la moral. “Y pueden permanecer entre 20 y 30 años concentradas en un mismo tema sin importarles lo que otras personas piensan”, añade el psiquiatra.
Según Fitzgerald la psiquiatría tiende a centrarse exclusivamente en el lado negativo de diferentes formas de enfermedad mental, pero su trabajo demuestra que “los desórdenes psiquiátricos también pueden tener una dimensión positiva”.
lunes, 16 de marzo de 2009
La genialidad de la locura.
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