martes, 17 de noviembre de 2009

Fumando por la ventana del mundo.

Manzanilla ando viendo yo, sintiendo olores de acordes viejos. Y andar debajo de la luna y me pongo al revés. Yo dejo que el aire me lleve y me lleve y me deje a tus pies. Dejando fluir mis hormonas, noche linda, dulce canción.
Que cursi suena mi voz, es que cuando te veo se me acobijan los huevos de toro, de toro no tengo nada. Y el tiempo es tiempo muerto cuando no estás. A mover esas piernas y a saltar sobre charcos secos. Que retumbe la tierra sagrada. Volvamos, volvamos!
Y ya falta poco, poco el quilombo que se va armar! y el mundo se envuelve en palabras de fuerte agobio. Este sol que me encuentra frente al espejo, por que cuando abro los ojos ya no estaré sin tí lejos de mí. Despierto y sin dormir, por sufrir, lejos de tí!.
Sol de invierno que me acorrala y me penetra. Es una ruta que me rompe la boca de sed y fiebre. Este río de culpas sin Dios me lleva, frío al cielo remando sin mar, con luces de bosques y claves de sol, son voces de invierno, pero me resguardo en el rol de mi ser. Tumbate, tumbate, tus ojos en el río y el mar.

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