viernes, 23 de noviembre de 2007

Boludos!

Nadie sabe que hacer, todos miran y todos somos un espejo del otro.

Pasa el tiempo, giran las agujas y los números de sus muñecas pareciendo que ya nadie mira a nadie y nadie quiere saber mas nada de nadie. Aún pareciendo ser así, comienzan a observarse unos a otros para saber como comportarse en esa habitación de la confusión donde uno se cree 1 + 1 soy dos, soy más.

Nadie sabe que hacer, todos miran y todos somos un espejo del otro.

No se que pensaran, me pongo a estudiarlos y trato de entenderlos, pero hay tanta y tanta confusión que se hace cada vez mas insoportable estar de un lugar estable a inestable. Miro la hora, hora he pasado encarcelado en medio de una tormenta, de un lugar agradable con buen arte en sus alrededores a un lugar donde sólo miro a mis alrededores para encontrar aquel cuadro con el dibujo de una palabra que diga “exit”.

Nadie sabe que hacer, todos miran y todos somos un espejo del otro.

Cansado de la era de la boludes, me concentro y comienzo a ignorar la ignorancia emitida por aquellos ignorantes sumergidos en una sopa de letras de pura palabras al pedo que salen y bailan en el aire amigándose con la realidad hasta boludear en las mentes de los inocentes, que con el transcurso del tiempo ellos serán, serán… déjenme decirles profes del mundo inmundo.

Nadie sabe que hacer, todos miran y todos somos un espejo del otro.

“Yo si sé que hacer, vos no tenes idea; lo hice mal disculpa, creo que vos la tenías clara”. Clara como aquel cielo celeste con una nube dibujando en tu mente otra nube de lo que trata esta canción para vos con voz del boludismo. “¿Crees que la tengo clara? Pero yo no se que hacer, si lo hago mal soy culpable y va a estar todo mal, ninguno sabe que hacer”. “No importa, vos me viste a mí, no lo hagas como yo, y si lo haces bien yo aprendo”.

Nadie sabe que hacer, todos miran y todos somos un espejo del otro.

Harto de esta extraña presión, de esta tremenda boludes de la casi redonda, me doy cuenta de que yo si se que hacer, yo no miro a nadie, ni uso espejos, solamente hago la mia sin molestar a las sangres, decido pararme y usar la palabra salvadora, “perdón”, para poder así irme con paz, sin culpa y con el problema resuelto, chauuuu cantando esta canción con mi guitarra en mis brazos y con la armónica en mi bolsillo yo parto sin rumbo lejos de la boludes donde no dependo de nadie y nadie de mi y donde sta todo bien. Ia dai rai da ra rai da rara ra raiiiii da ra da ra da ra daaaaaaaaaaaaaaa---____

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